Los miembros de los equipos de búsqueda y rescate («Search and Rescue», SAR por sus siglas en inglés) son un grupo muy unido de entusiastas de las actividades al aire libre y que en innumerables ocasiones suelen poner sus propias vidas en suspenso y, a menudo, en riesgo, para ayudar a las personas a salir con bien si se extravían o sacarlas adelante si están lesionadas.
Peculiar labor
Muchas noches familiares, eventos importantes, reuniones de amigos y mucho sueño pasan a un segundo plano cuando las notificaciones en sus teléfonos dicen algo como esto: «Se va a realizar un rescate. Déjame saber tu disponibilidad. Gracias».
Ser voluntario no es una labor para todos.
El esfuerzo sin fines de lucro e interminables horas de trabajo administrativo que nunca figuran en el postureo de redes sociales, son una ínfima parte de la cultura de estas labores filantrópicas.
Para ser voluntario se tiene que asumir un cambio de estilo de vida porque se deberá ser muy organizado, altruista, empático, extremadamente comprometido y resiliente.
Personal, formación y patrimonios
Aquí está el detalle: se aman esas labores, y lo que la mayoría desconoce es que muchas de las agrupaciones SAR son voluntarias, por lo que la esencia es el altruismo de su personal.
Los integrantes de estas organizaciones voluntarias no reciben jamás contratos de trabajos para ser empleados en dichas agrupaciones, ni salarios o bonificaciones, pero sí obtienen una capacitación que los califica para ejercer labores y trabajos muy bien remunerados fuera del ámbito del voluntariado.
Es innegable la importancia que el gremio del voluntariado SAR brinda a su recurso más importante, sus miembros, unido al resguardo y cuido de sus vitales recursos materiales y patrimonios.
No es una novedad el alto costo de la vida, haciendo esto un gran reto para la adquisición de equipamiento especializado -que en la mayoría de los casos son costeados de forma particular por cada miembro-, obtención de capacitación actualizada, mantenimiento de medios e infraestructura y una interminable lista que se suma.
Diáspora altruista
La riqueza de los gremios voluntarios no la conforman costosos equipos, dichas agrupaciones no son más importantes por contar con más años, ni por obtener muchos reconocimientos, su verdadero patrimonio son sus miembros activos laborando en sus organizaciones.
Ha sido un tabú para el gremio voluntario reconocer la enorme merma sufrida por innumerables organizaciones debido a la diáspora de sus miembros.
La invaluable inversión humana de horas para capacitar nuevas generaciones de relevo de personal es una preocupante situación y, es aquí donde el significado de altruismo y resiliencia se transforman en una onerosa realidad.
Con toda seguridad muchas agrupaciones se verán reflejadas en algunos puntos. El privilegio de colaborar a otras importantes organizaciones voluntarias, como por ejemplo: apoyos logísticos en asociaciones civiles de las comunidades, rescates de fauna silvestre y urbana con fundaciones de rescate animal, patronatos, instituciones benéficas, etc., nos han dado un variado panorama sobre otros puntos de vista del gremio del voluntariado.
Y finalmente, sí, hacen falta más que ganas para ser y pertenecer a una organización voluntaria SAR.